Hotel Balneario de Alceda

En los Valles Pasiegos,entorno de gran tranquilidad y sosiego. El personal del centro excelente tanto en el balneario como en el hotel. Personal muy cercano y siempre con disposición de tu bienestar en todo momento. El comedor muy bien organizado y acogedor. La cocina excelente con menú servido en mesa compuesto de dos platos a elegir en almuerzo y cena. Y además la calidad de las aguas del balneario Excelentes para la piel y problemas de artritis, artrosis... En fin una experiencia única de relax y tranquilidad.

Tiene una ubicación privilegiada en los valles pasiegos. Por tanto, rodeado de prados, montañas y valles. El personal es exquisito en el trato y las comidas son riquísimas, de elaboración casera, dos platos a elegir uno. Postres caseros en almuerzo seguro y en numerosas ocasiones en cena. Felicitar al cocinero pero las camareras son realmente amables y muy profesionales en su trato. En cuanto a las aguas del balneario son buenísimas para la piel, artritis y dolores varios como los que tengo. En definitiva, no tengo sino una crítica positiva para este hotel balneario, pero claro es muy subjetiva. Sólo decir que quien quiera un 5 estrellas que lo pague y disfrute.

Lo que opinemos aquí les importa un pito, el mantenimiento NO existe, 12 días reclamado 4 veces el soporte de la ducha y me fui son ello, la organización de comedor y baños un desastre, 22 minutos esperando entre el primero y segundo plato, en una piscinita de 12m2 ¡¡ 6 personas y 4 chorros ...salpicaduras a mansalva anti higiénico recibiendo el agua de otra persona!! tuve que ponerme serio en la sauna por lo mismo querían meternos 6 en un pequeño habitáculo de 4 como máximo, repito..la organización y el mantenimiento decepcionante ..lo mejor el personal, correctos pero sin decisión por esa dirección precaria

Decepcionante. La calefacción en la habitación no funcionaba y nos tuvieron que dejar un radiador, gracias al cual pudimos dormir y ducharnos calientes. La habitación no dispone de nevera y está vieja y con humedades. Las cortinas de la habitación no cierran bien, se quedan abiertas como un palmo, con lo cual te despiertas en cuanto amanece. Íbamos con un bebé y ni siquiera le pusieron toallas. Fuimos en régimen de media pensión y en el desayuno (que no es tipo bufet) no se puede repetir, y consiste en un zumo de brick, café, 2 lonchas de jamón serrano, una tostada y un sobao. Los platos de la cena son escasos y consistían en 1 primero (a elegir entre ensalada mixta o un puré) y un segundo, el peor día tuvimos que elegir entre un snaks o o o empanadillas de atún. Para el bebé no nos ofrecieron nada de comida, menos mal que llevábamos nosotros su propia comida, o le dábamos de nuestros platos, a pesar de la escasez. El balneario huele mucho a azufre, lo cual es bastante desagradable porque huele como a huevo podrido. El personal es muy amable, es lo único que ha salvado la situación. Hay escasez de personal, ya que la persona de recepción ayuda a dar los desayunos y cenas, haciendo un total de 2 personas en la zona de restaurante. No repetiría ni aunque me lo regalen.

Estuve en un viaje de mayores de 65 años de la Comunidad de Madrid a través del Corte inglés (bastante más caros que el inserso). Aparte de ponernos para comer en plan ganado en mesas largas y todos a piñados, en mi vida he comido peor. Todo congelado o de bajisima calidad. Albóndigas incomibles, cachopo de jamón York y cinta de lomo durisima,... Solo tenías un primero y un segundo sin posibilidad de elegir. Uno que protesto le dijeron que si no le gustaba, que otro se lo comería. Absolutamente impresentable

El Hotel más pésimo que e visto en mi vida,comida nefasto, organización poco personal y mala, limpieza en las habitaciones poco y si tienes suerte te cambia las toallas cada tres días que no fue el caso,en fin una pesadilla en estas vacaciones