Los bungalows son bonitos y el entorno es totalmente natural, pero: 1. Nos llevaron en taxi, y el propio taxista Balinés no supo dejarnos en la puerta, estaba poco indicado y escondido. Sufrimos unos minutos de crisis. 2. El personal se va a las 22:30h del hotel, allí ya no hay responsables por lo que pueda pasar. 3. ¡¡PÁJARO!! Estabamos ya acostados viendo el móvil y de repente escuchamos un pájaro dentro de la habitación. Lo buscamos y no lo encontramos, seguía haciendo ruidos, pero en fin, apagamos la luz. 4. ¡¡RATA!! Ya intentando conciliar el sueño con la luz apagada empezamos a escuchar movimiento y sonido dentro de la habitación, pensando que era el pájaro, encendimos la luz y encontramos una rata encima del escritorio, esta corrió y se escondió debajo de la cama. No teníamos cómo sacarla de allí (sin escoba, ni palos, nada), no había nadie en recepción. Así que tuvimos que apagar la luz e intentar dormirnos sabiendo que la rata podía merodear por la habitación. De las peores noches de mi vida, saber que tienes una rata por la habitación es complicado de gestionar, el pájaro ya era lo de menos. Teníamos dos noches en ese hotel y decidimos irnos, lo comunicamos y nos dijeron que era imposible tener ratas. Ya de vuelta, encontramos otra opinión donde también contaba la situación de las ratas, no somos los únicos. Después de insistir nos devolvieron el dinero gracias a Booking, los Propietarios se negaban a hacerlo. No recomendable. No volveré nunca.
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