Fuimos a cenar varias parejas, nos habían recomendado la buena cocina. Efectivamente la comida exquisita…el trato por parte de los camareros deplorable. Cualquier cosa que necesitas, les sienta mal. Terminas por no pedirles ni pan, para que no te pongan mala cara. Vas a disfrutar de una velada entre parejas y no haces mucho caso al pésimo servicio. Lo que empieza disfrutando de la comida…por culpa del servicio, estás deseando de marcharte. Antes de escribir este comentario he consultado a algunos amigos que también han estado en el restaurante y coinciden exactamente en mi opinión. Aunque la comida es excelente, no volvería a este restaurante, en el que los camareros te perdonan la vida.
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