Hotel Paquita

Nos metieron en una habitación que habían hecho en la azotea, supuestamente la mejor del edificio, la llaman el paraíso y en realidad es un infierno. El techo de Uralita, el techo agujereado y tapado con papel higiénico, la azotea estaba increíblemente sucia, con cabeceros de cama, cunas, colchones amontonado y tirado en un rincón, la puerta del baño rota, no se podía cerrar. Todo muy, muy mal. Se lo dijimos a la recepcionista que por cierto nunca estaba y está vez que la cogimos allí estaba dormida a las 11 de la mañana en el sillón y como si no hubiésemos dicho nada. Uno de los días ni siquiera nos pusieron toallas. Nosotros desde luego no volveremos allí jamás. Antes había una chica, Isabel, de recepcionista, era estupenda, todo iba bien con ella, pero ahora hay unas sudamericanas que pasan de todo, hasta de la limpieza.