Hotel la Posada de Numancia

Esta posada está muy bien situada en el pueblo de Garray, a escasos 5 km. de Soria y al lado de las ruinas de Numancia. La experiencia general de nuestra estancia (3 días) ha sido buena, principalmente por el precio pagado y el servicio recibido. La posada es bonita aunque un poco pequeña. Las habitaciones son grandes y espaciosas. Muy buena cama y un aseo muy correcto. Hay una pequeña sala de estar en el vestíbulo y el comedor donde se sirve el desayuno. Facilidad para aparcar en las calles adyacentes. El desayuno es muy flojo pero de nuevo, razonable por el precio pagado. Zumo de naranja malísimo, escasísima ración de embutido, bollería plastificada y un café espantoso. En conclusión, si eso fuera todo, consecuente con el precio pagado. Pero ahora entra la propietaria. Hicimos un check-in rápido y eficiente pero ya notamos que desprendía una rigidez exhaustiva en sus explicaciones. Estas son las "perlas" con las que nos deleitó: - Pésima gestión del papel higiénico por habitación. Había que pedirlo constantemente. Parecía un bien de lujo - Vino a avisarnos un par de veces y con mal gesto por el aparente ruido que hacíamos en la sala de estar. Y siguiendo con las instrucciones que se mostraban en el hall, a las 23,00 horas, tuvimos que irnos directos a la habitación. - Entramos en la cocina para coger un plato y un bol donde poner las castañas que habíamos traido. Y su reacción fue furibunda cómo si hubiéramos cometido un delito al entrar en su cocina. Y también nos reprendió por haber cogido una silla del comedor y llevarla a la misma sala de estar. - Uno de los nuestros vió una cafetera tipo Nespresso / Dolce Gusto, en uno de los extremos del supuesto "buffet" de desayuno. Y al hacerse un café, nos reprendió por haberla usado, diciendo que no era para nosotros y la escondió. Ya no la volvimos a ver en los días siguientes. - Y por último, el colmo del desaguisado. El día que nos íbamos bajamos a desayunar por separado y los últimos que bajaron se encontraron con la bandeja de embutidos vacía (jamon York y queso). Al pedirle que la repusiera, su contestación fue extraordinaria: "culpa de vuestros amigos que se lo han comido todo. No la repongo por qué todavía faltan 2 huéspedes por desayunar". Insuperable. Con todo ello, una experiencia que habría sido muy positiva, repito, por el precio pagado, se ha visto ensombrecida por una actitud lamentable de su propietaria.

Si queréis ver reseñas verdaderas de este hotel, no prestéis atención a nada escrito antes de 2023. Este hotel está bajo nueva dirección y puedo aseguraros que es una joya. Mi esposo y yo hemos estado allí varias veces y quedamos realmente impresionados con lo limpio que está TODO, la encantadora decoración, un desayuno tipo buffet generoso y colchones cómodos con ropa de cama nueva. Shirly es la nueva propietaria y hace todo lo posible para asegurarse de que todos estemos felices. Conoce muy bien la zona y da buenos consejos, ya sea sobre dónde buscar setas o visitar atracciones turísticas locales.

Nos gustó mucho el sitio. Shirley, la propietaria, muy amable en todo momento. La habitación muy cómoda y todo muy limpio. Los colchones y almohadas muy cómodos. Desayuno completo. Se aparca bien en los alrededores. Por lo que veo la mayoría de comentarios son anteriores al cambio de titularidad del hotel, por lo que actualmente es diferente. Sin duda muy recomendable.