Hotel Jardín de Bellver

We stayed in this hotel in May22 and it was great. We reserved our room for our trip down in August (as it was perfect for our dogs) when we left. How things change! We were given the wrong room which did not have outside access, we were shown another room but it had 3 beds in so I had to crawl into my bed. During the wait for the room to be cleaned we asked for 2 small draft lagers. These were not available! We then ordered bottled beers, these arrived zero alcohol! And so it went on. Dinner was not available, then we had a reservation at 8.00, we arrived to find we had to wait until 9.00. The fish course was warmed up crab sticks and the main was undercooked chicken leg with no sauce or flavour. It was truly awful. In the morning breakfast was really good but then there was confusion with the bill which was partly my fault as they didn’t know if we had paid for dinner even though it was inedible. So I asked for a bill to be emailed and I would settle it. We had 3 amounts taken from our bank which were incorrect and a large overpayment. Many emails followed, in capitals from reception!! In the end they admitted by phone they had charged for the dogs and drinks twice but we never received an written apology or a full breakdown of their charges. The final insult was no reply to an email I sent asking it I had left a dress there. A grim and expensive experience.

La propiedad del hotel ha sido recientemente renovada, reabriendo sus puertas en 2024 con una completa reforma. Bajo una nueva dirección comprometida con la excelencia y la mejora continua del servicio al cliente, el hotel se orienta especialmente al turismo MICE.

Hotel viejo de "los anos 80". Habitacion, teraza, pequenos, meubles viejos. Todo es a renovar. Precio caro. No merece 2 estrellas. Solo una. Céna (buffet) buena pero muy cara. No parking.Solo la Piscina es agradable. Personal bien. Hôtel a evitar.

Organizacion desastrosa problemas plazas de parking, habitaciones sin estar arregladas entregadas comedor un caos tiempos de espera inaceptables entre platos mas de un hora e incluso pasada 1 hora decir que no tienen lo pedido, Solicitada hoja de reclamaciones nos piden una reunion donde se nos ofrece una compensacion sin indicar que debemos no seguir con la reclamacion una vez acptada nos indican que debemos retirar la reclamacion para ser compensados aunque incialmente nos indicaron que no habia problema con la reclamacion ya que entendian la situacion y que querian compensarnos de algun modo, Decidimos tomar la compensacion pero nos sentimos defraudados totalmente con lo sucedido y la resolucion final. Lastima el hotel esta muy bien pero la organizacion actual no es la adecuada

Pésimo servicio. CUIDADO! crees tener una habitación reservada y luego resulta que no la tienes. Te quedas sin habitación. El personal del hotel incompetente. No tienen ni idea. Se acercó una persona en la puerta diciendo que había trabajado allí y él y + de 20 trabajadores no habían cobrado su sueldo... Nos comentó también que reservan habitaciones teniéndolas previamente reservadas porque les pagan más dinero y así se aprovechan . En definitiva no se me ocurre peor hotel al que podáis ir. NO LO RECOMIENDO.

Cualquier cosa que pudiera contar, y la lista es bien larga, se quedaría corta con la realidad vivida en la celebración de la boda. Empezamos a comer la escasa comida que empezaba a llegar a las 5 de la tarde. Y cada mesa en absoluto destiempo pasada más de una hora de estar sentados. Sin bebida. Sin pan. Sin nadie que organizara ese salón. La directora desaparecida. Los camareros desubicados, sin saber ni tener qué servir. La gente acudiendo a la mini barra a por bebida. No sacaron todos los entrantes que aparecían en la minuta. Nuestro arroz fue servido en una comunión que también se celebraba a la vez pasadas las 6 de la tarde. Los camareros cogían con la mano los cubitos que enfriaban las botellas de vino y los ponían en los vasos de los refrescos. Sin comer y sin atrevernos a beber un refresco visto de donde aparecían los cubitos… La organizadora estaba convencida de que lo estaba haciendo bien. Primero desaparecida y luego hablando con soberbia. Siempre con una malísima actitud y con la negativa de poner solución a un caos que empezó ya en la semana previa al evento “ ¿Os hemos sacado de comer no?” Me dice… faltaría más! La boda se celebraba con una comida. Eso si, un trozo de jamon y otro de queso. Una cucharada de tartar. Un canelón reseco (los del cole están infinitamente mejor) y una montaña de arroz empastrado (el que debían haber servido en la comunión) que desanimaba a cualquiera por mucha hambre que tuviéramos. 4 postres para 7 que éramos en la mesa. Sin cafés… sin licores… cada mesa tenía un tipo de comida… Eso fue el resumen del menú de la boda. Cabe añadir que todo fue a malas. A gritos… y que el mismo día de la boda estaban comprando copas porque no tenían. Mi servicio de mesa estaba formado por tres cuberterías diferentes. No habían platos suficientes y pusieron dos vajillas para completar. Cuando unos novios están nerviosos por su boda, temen que algo pueda salir mal. Pero el consuelo es que los invitados no se dan cuenta. No saben que es lo que hay y no hay contratado. Por lo que todo fluye. Pero en este caso, parecía sacado de un programa de esos de bromas. Si nos hubieran dicho de hacer una lista de desastres que podrían pasar antes del evento, nos hubiéramos quedado cortos. A veces, las cosas no salen como uno espera. Pero lo realmente indignante fue la pésima actitud de la directora del hotel y del empleado de mantenimiento. Vergonzoso. Solo esperamos que nadie tenga la ocurrencia de celebrar o pasar siquiera un tiempo allí. Seguramente, seguirán pidiendo el pago del 100% por anticipado y en efectivo. Lamentablemente lamentable. Cierren este antro de estafadores ya!!!!!!