Nuestra estancia ha sido fantástica! Es un hotel ubicado en plena naturaleza, a penas a unos 10 minutos de Caminha. Muy bien cuidado, limpio y original (consta de apartamentos y casitas prefabricadas con mucho encanto). Nos hicimos dos masajes, uno con piedras volcánicas y otro terapéutico. El masajista muy profesional y amable, me recomendó ejercicios de estiramiento para mi problema de cervicales. El personal del restaurante es amabilísimo y la carta muy variada, desde comida típica portuguesa a comida japonesa. Un especial saludo al camarero llamado “Philipe”, todo un ejemplo de caballerosidad y buen trato hacia el cliente. La relación calidad/precio de la carta es muy buena, aunque también tienen un menú sugerencia del chef por 22€ (nosotros no hicimos uso de él pero tenía muy buena pinta: un primero, dos segundos a elegir y dos postres). El Spa cuenta con una piscina climatizada con chorros, baño turco y sauna. Amplio aparcamiento gratuito con cargador Tesla para vehículos eléctricos. Fuimos en pareja a pasar tres días y dos noches a portugal, vinimos muy descansados y relajados. Lo recomendamos al 100%, nuestra experiencia es como para repetir.
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