Hotel y Casona El Carmen

El servicio atento y muy agradable y paciente aparte de dar las indicaciones perfectamente, la habitación tenía tres camas cuando éramos dos , tampoco es que importe , y era amplia , pero necesita una pequeña reforma, por las grietas que tenía, no muy importantes pero sí necesita una pequeña actualización, el baño amplio, con bidé y secador, más bañera, el desayuno pues correcto, embutidos , bollería, bizcocho casero riquísimo, frutas varias , y zumos de tetrabrik, no obstante volveremos

Nice hotel, good value. Nice big car park.

Las habitaciones están bien, el aislamiento falla por todos lados, los desayunos muy escasos, tostadora 1, para un grupo de 52 personas, que se disparaba constantemente, vamos mal, lo justifican que es lo que contrató Interrrias, yo elegí ese hotel por las valoraciones que le daban algunas personas, vamos me equivoqué. Las comidas y cenas justas y sin apenas alternativas. Lo positivo: lugar muy bonito, las habitaciones cómodas y la atención por parte del personal trabajador muy buena

Muy buen trato. Las habitaciones limpias y cómodas. El desayuno muy bien, en especial el bizcocho casero. Las cenas muy bien preparadas. Felicitaciones a los/las cocineras.La ubicación excelente, cerca de Gijón y de las playas de Candás, Perlora y Luanco. Maru

Nos alojamos ayer 4 personas y decidimos quedarnos allí a cenar ya que cerca no había nada. Pedimos un sándwich y dos hamburguesas de "carne Angus". Estaba todo frío. El sándwich, los ingredientes estaban fríos y no tenía mayonesa, estaba súper seco. Tanto la hamburguesa como el sándwich con mazacote de cebolla cruda que no sé podia ni comer. La carne de la hamburguesa dudamos que fuese Angus ya que solemos consumirla y no sabía a nada. Pedimos mayonesa para que no estuviese todo tan seco, la camarera nos dijo que no habia pero poco después una familia solicita mayonesa a otra persona del hotel y casualmente para ellos había, les trajo un cuenquito con mayonesa. Nos quejamos obviamente pero ya poca solución teníamos. Dejamos la mitad de la comida en el plato por que estaba incomible. El desayuno? Aparte de escaso de variedad el pan de molde tenía MOHO! Nos quejamos obviamente y que el cocinero no se había dado. Aún avisando, todavía estamos esperando disculpas y esperemos que a mí abuela no le pase nada por comerse más de media tostada que en la parte de atrás tenía moho, estando en malas condiciones. Por supuesto no volveremos y no recomendaremos para nada el hotel

Sin ser un alojamiento de gran lujo, la relación calidad-precio es inmejorable, disponiendo de una ubicación muy cómoda para moverse por Asturias, un amplio y tranquilo parking y un desayuno más que aceptable, con unas de las mejores tartas de queso que he probado.

Segunda visita y no decepciona. Habitación con terraza con vistas al monte, la playa a 10 minutos andando. El personal muy amable y la cocina muy rica. Muy recomendable para desconectar de la ciudad y disfrutar de la belleza de Asturias. Moisés y su familia se entregan para que la estancia sea memorable .

Tanto el hotel como el restaurante están muy bien, he echado en falta un lugar de estar para los huéspedes, ya que el tiempo no ha acompañado todos los días, así que la opción era estar metidos en la habitación.

El hotel es viejo, poca iluminación. La habitación y limpieza en el hotel estaba muy bien con terraza y las chicas de limpieza genial. La opción de desayuno incluido poco variada y más si eres celiaca. Te hacen un bizcocho para 6 días y tienen un pan sin gluten para tostadas calentado en un microondas porque está congelado( lo veo normal el que congelen porque se conserva mejor) pero por favor tuéstalos en un horno. Pagué 10 euros por día por esa comida, la fruta está dura plátanos verdes… cógelos sácalos y te los puedes comer cada dos días. El gerente o director o encargado era bastante reacio a las peticiones no había cerveza sin gluten el me insistía que sí pero al final vio que no y hecho la culpa a los proveedores por no aceptar que todo el mundo puede fallar en algo, me paso lo mismo con el pan que un día no hubo. Al final solo comí bizcocho roñoso de limón.