Como punto básico: la ubicación del hotel es fantástica, en el centro para visitar la ciudad a un paso de todo. Pero además de la ubicación tiene otros atractivos y puntos fuertes, el personal el primero. Atentos a todo lo que necesitas, con voluntad de querer ayudar, y con ganas de hacerte sentir bienvenido y en casa. El hotel tiene una decoración clásica, que es parte de su gracia. Las habitaciones comodas y bien equipadas. Pueso que siempre hay que aportar un aspecto a mejorar, estás en la zona centro y por tanto el hotel da a calles del centro concurridas por la noche, por ello quizás se podría insonorizar mejor las ventanas. Pero el descanso ha sido bueno. Un hotel para repetir en una próxima estancia en Verona, como opción 1 seguro.
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